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26 diciembre, 2017

2cero17

Niego con la cabeza
perdonándome mis excesos,
lamiendo las heridas
que yo mismo me hice.

Son los espejos fotos del pasado,
cárceles de memoria
a cadenas perpetuas.
Busco en gamas negras miradas
que muestren la salida,
que vivan en (para) mi cuerpo,
que canten cada nota de ilusiones.

No quedan niños en la plaza
pero sí padres vigilando;
ya nadie desea perderse
donde yo no puedo encontrarme.


13 julio, 2017

Al Alba

Yo volveré a ponerme vendas
para dejar que me las quites
al ritmo que quieras marcar,
y veré de ti lo que muestres,
aquello que ante mí descubras,
hasta hacerme adicto a la luz.

Y luego sin antifaces ni vendas,
si es lo que deseas, podrás marchar,
colgar de tu sien el pañuelo,
-aquel que ya no portaré-
y aprovechando mi ceguera,
calmar la sed de mis pupilas.

Y un sueño de amor entre tú y yo teminaría

16 mayo, 2017

El apagón

Tras años estudiando en la universidad, soñando con un trabajo bien remunerado, al salir consigues un puesto mal pagado, con ciertas posibilidades aparentes de ascenso, algo pasajero piensas. Va pasando el tiempo y te das cuenta de que tus compañeros llevan años allí, que ni han progresado ni parecen progresar. Poco a poco la empatía te hace sentirte como uno de ellos. Vuelves a casa, tras unos minutos buscando aparcamiento consigues encontrar un sitio libre cerca de tu portal. Hoy es un día con suerte. Metes la llave y abres la puerta, todo está oscuro. Esos muebles de Ikea que tantas familias miraban en el comercio no tienen familia a la que mirar. Pones la tele porque hace compañía, sabes que esas personas no están allí, pero gusta escuchar otras voces; mientras lees o sencillamente usas el ordenador. Van pasando varias horas hasta que decides dormir, y apagas el ordenador, apagas el televisor.


Todo queda en silencio y conforme avanzas hacia tu habitación las demás salas se oscurecen. Te acuestas y miras hacia el techo, hubo un tiempo en el que dormías acompañado y solías quejarte de que su pelo era tan largo que apenas podías respirar si dormías con ella. Sonríes porque aún recuerdas todo, y pasas horas recordando otras historias de lo que fue y lo que pudiste ser. Vuelves a concentrarte en dormir, pero ya no coges el sueño, miras el móvil y compruebas la alarma, 6:35, al menos el coche está cerca del portal.

24 marzo, 2017

Beatas

Una noche tras otra
perdido entre paredes,
rojas, naranjas, negras;
rodeado de sombras,
(mis sombras),
ajenas al ruido,
fuera de mis rutinas;
partícipes sin saber
en este laberinto,
de astros y satélites.

17 enero, 2017

Her (Eery)

Que me invadas a la fuerza:
a mi fuerza, mis ganas,
que tú me invadas, y que yo me deje,
que vuelvas de mi memoria a mis piernas,
y contigo las palabras, los versos,
todo el arsenal de invasiones
que ayer fueron asentamientos.

26 diciembre, 2016

Las calles están llenas de ventanas,
de espejos de hielo,
de marcos sin fotos donde veo tu rostro.
Vas firmando las preguntas,
las hojas que caen a mi paso;
tienen tus iniciales los garajes,
parques y bancos, los hostales [...]






29 octubre, 2016

Plane ✈️

No puedes pausar un adiós,
no puedes camuflarlo,
convertirlo en un hasta luego,
ni en un saludo programado.

Despídete con la mirada
clavada sobre los tejados
de la que es tu ciudad,
y entra en el paréntesis de recuerdos
que han de ser enterrados.

Sin nombres, ni direcciones, ni imágenes.



 19/09/2016

13 julio, 2015

Bocazas

Me dirijo a mi cuerpo,
concretamente a mi cerebro:
ya que decides levantar ánimos
y desviar flujos sanguíneos,
podrías, si no es mucho esfuerzo,
cortar el riego de mi boca.

03 junio, 2015

Incansable

A la mujer que amo
la he ido desnudando semana a semana
desde que la conocí allá por marzo,
y sin embargo, aunque ya está desnuda
y conozco cada rasgo mental,
sigo teniendo ganas de quitarle la ropa.


02 mayo, 2015

Sobrecarga

Amarme es un acto egoísta.
Qué quedará después de ti
cuando vuelvan a buscarme,
arrasado por tu recuerdo
cómo sabré quién soy,
tras arrancarte de mis brazos
¿Qué podré sujetar?
Es más, ¿Querré acaso ocuparlos?
Como si el peso de tu sombra
no fuese suficiente.

22 abril, 2015

Días grises

Mañana soleada en el parque invernal,
tarde roja en la plaza donde juegan los niños,
y noches de cansados leones desdentados.

Martes, ¿Y mi nostalgia?, ¿Y mis flores heladas?
¿Dónde está el frío? Pregunta a los leones...
tal vez se quedó en viernes.

Dibujo un cielo con tus ojos, grisáceo,
vuelo de nube en nube, saltos entre pestañas,
no hay rastro de los días sin color,
ni rastro de color mientras no estés...
Días grisáceos.



18 abril, 2015

Rabia

Gritando solo,
como si las primeras hojas del otoño pisadas
por una suela de tres centímetros,
llamasen a la muerte con el silencio de una tormenta.
Solo, ante la oscuridad de una noche de agosto tras otra
siguiendo a una noche de julio tras otra,
en una cadena de soledades invulnerables.
Soledad en la piel que me eleva hasta dejarme sin aire.
Incendio en las arterias de entrelazados corazones.

11 abril, 2015

Calmas

Se fueron, para no volver.
De ellos solo quedan espectros,
oscuridades, charcos,
lágrimas que yo mismo derramé.

Hoy solo recibo desconocidos,
rasgos familiares, visitas
rutinarias.
Similares voces, iguales gestos,
rostros desaparecidos preguntan
qué es de mí, quién soy, quién seré mañana
como si de lo ajeno se tratase.

Soy el pasado ignorado
la amistad apagada
la tristeza entre la multitud;
mañana seré lo mismo,
aunque hasta mí yo me resulte extraño.
No existe el cambio, no lo busques,
el de ayer era yo, el de hoy también,
quédate con aquel que prefieras.


02 abril, 2015

La Epidemia

Y tú, y tu ausencia,
y esta soledad lacia
en clave de domingo,
en silencio de lunes.
Tú, tu estar y no estar,
tus promesas mudas,
y los oídos sordos
de los rostros del mundo,
preguntándome cómo
y dónde hallar tus pasos.
Y yo, sin contestar,
con los labios sellados
y, ¿Qué? ¿Qué contestar?
¿Cómo explicarlo?
Allí,
en la fatiga,
la nada.


29 marzo, 2015

Diario

El viento me daba igual, y a mí me lleva / lo que me queda está por venir


No tomaré el mismo camino.
Esta es mi misión, verlos uno a uno
partir, darme la espalda, ocultarme
tras un biombo de polvo.

Mis palabras, mi ciudad. Pierden sentido.
En sus vidas no hay vacíos,
el viento no carga voces ni escenas
y sin embargo dejo que me lleve.

¿Qué serían los recuerdos sin mí?
Ciegos toda una vida,
para al fin mirar la muerte a los ojos.


27 marzo, 2015

Resurgiendo

Tomo la iniciativa de reabrir un blog para compartir poemas escritos, salvo si indico lo contrario, por mí. No guardaré ningún orden cronológico al publicarlos, pudiendo haberlos escrito el mismo día de la publicación o meses antes. 

En honor a esta reapertura, comparto este poema titulado Fénix.



Trato de no adherirme a sentimientos.
¿Crees que es acaso saludable
perderme en tu espalda tres, cuatro, días 
a la semana?
Yo conozco la respuesta: no.

Si pudiese olvidar 
                              –conscientemente- 
olvidaría tus uñas, tus manos,
la explicación de mis heridas
pasaría a ser una incógnita
para así evitar recordarlo,
condenado a revivirte una
y otra vez, sin lograr saciarme.